La historia de E y F empezó en el instituto y se construyó pasito a pasito, superando la universidad y las distancias, para culminar en preciosa una pedida en Burano. Toda la familia y los amigos se reunieron para celebrarlo con ellos en la parroquia del Corpus Christi, en Sevilla, en la que los dos habían sido bautizados.
Cada uno utilizó en un coche especial, en particular la novia, que llegó en un Mercedes clásico restaurado por el novio y un sencillo vestido de Raimon Bundó. Estos no fueron los únicos momentos especiales que marcaron el día. Desde la ceremonia con el velo cubriendo al futuro matrimonio hasta las figuras de playmobil que colecciona la novia en la tarta, el día reflejó los gustos y personalidades de los dos.
Y, por supuesto, en Sevilla no podía faltar un paseo por la Plaza de España y los jardines de María Luisa y mucho baile y diversión, con flashmob sorpresa dedicado a los recién casados.