En cuanto Vanessa me dijo que la suya iba a ser una boda motera, estuve encantada de participar. Después de un cambio de fecha que estuvo a punto de impedirlo, tuve la suerte de fotografiar la ceremonia y celebración más personal hasta la fecha.
La novia, vestida de rojo, se preparó para la ocasión con una cervecita en compañía de su cortejo de moteros. Las sorpresas continuaron durante la ceremonia, con canciones en directo, arras con forma de jarras de metal y alianzas con forma de tuerca y tornillo.
Los invitados también formaron parte de la temática Grease vestidos con un estilo rockabilly y muchas ganas de diversión.